A medio camino paramos junto al río para reponer fuerzas y hacernos la foto de grupo. Esta vez nos la hizo uno de los más pequeños, Arturo. Le quedó un poco retro, ¿no?.
Un poco después, sentados junto al árbol, Rodrigo y Raúl nos contaron la leyenda de "El pino encadenado". A ver si se animan y nos la cuentan a todos aquí, en EL GARABATO ON LINE.
Ya en Cercedilla hicimos acopio de provisiones en una pastelería muy bien surtida y rematamos la faena tomando unas croquetillas en 'El chivo loco'. Y terminamos donde empezamos, en la estación de Cercedilla a la hora de comer.
¡Ah! se me olvidaba... Si pincháis en la foto podréis ver (eso espero) algunas de las fotos de la excursión. Espero que os gusten y os animéis a participar en la próxima, que será en enero.
4 comentarios:
¡Qué bueno!, poder veros en esa magnífica excursión, ¡tan guapos todos!, aunque con cara de frío.
Esperamos acompañaros a la próxima. Ah! y a ver si es verdad que alguien nos cuenta de una vez lo del pino encadenado, que tenemos una intriga...
Besazos
Bien, he de confesar qque la entrevista sobre la "Senda del pino encadenado" que unos "reporteros navateros" realizaron a los niñ@s de las clases de 3º, escribieron a mano y por ¡2 veces! en el blog, para editarla en el Garabato on line... ¡HA DESAPARECIDO!, tanto el ejemplar en papel, como el escrito en el ordenador. No sabemos si la entrevista en papel se traansformó en barquito y las escritas en el ordenador están navegando por la red como barquitos virtuales.
Pero seguro que buscaremos como buenos detectives para poderos contar ..., por que se llama EL PINO ENCADENADO .
Un miembro de la Comisión de Garabato
Ya he visto la foto del pino en cuestión, ahora quiero conocer la leyenda¡detectives estamos esperando que encontreis la entrevista para publicarla!!
Las fotos estupendas.
Cuenta la leyenda...Ricardo Urgoitiz, director del diario El Sol era un hombre que amaba la montaña. En 1924 pasaba unos días de descanso en el refugio del CAE en el Ventorrillo (fue destruido tras la guerra in-civil) y le gustaba hacer el recorrido por la senda de las Cortes hacia el arroyo y detenerse a la vera de determinado pino. Sucedió que mientras allí se encontraba fue informado del fallecimiento de su querido padre. En su memoria hizo colocar la cadena que circunda el tronco del pino con el epitafio: “A su querida memoria, 1840-1924” Desde entonces han pasado mas de 75 años, se cree que el pino puede tener 175 años, pero aún se mantiene en pie llamando la atención de cuantos pasan a la vera de su recio tronco de unos cuatro metros de circunferencia. Es de suponer, que los sensibles forestales, cada cierto tiempo, aumentaran los eslabones de la cadena para evitar que estrangule al árbol. Coincidió también, por esas situaciones concurrentes que se dan en la vida, que el citado pino estaba marcado para ser cortado así que Ricardo Urgoitiz hubo de comprarlo permitiendo así que haya llegado a nuestros días.
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