Las fotos de la excursión
Empezamos la marcha desde los aparcamientos que hay junto al hotel La Barranca. Menos mal que las dos Consuelo y Otilio no empezaron a la hora prevista, porque algunos de nosotros nos perdimos y llegamos un poco tarde. Todavía tuvimos que esperar un poquito más porque sabíamos que faltaba al menos otro coche por llegar.
Iniciamos la subida por una pista ancha y cuidada hasta el área recreativa, con mesas y columpios, donde los más pequeños (y algunas no tan pequeñas) corrieron a columpiarse unos minutos. Enseguida volvimos a la pista, aunque pronto la abandonamos para remontar el curso del río Navacerrada por su orilla. Todavía quedaba algo de nieve y, como cabía esperar, se iniciaron las escaramuzas. Violeta, Nerea, Jacobo y Arturo la emprendieron a bolazos de nieve con Otilio y Consuelo Allende, aunque ellos también se llevaron lo suyo.
La parte más emocionante fue cuando tuvimos que cruzar el río, que bajaba con bastante agua. Todas las cámaras de fotos estaban preparadas para captar el momento en que alguien se cayera al agua, pero no pasó nada. Hasta Lucía, la más pequeña, pasó sin problemas en brazos de Antonio, su papá. Sólo hubo que lamentar algún que otro pie mojado por no llevar calzado adecuado, además de los bajos de algunos pantalones demasiado largos.
Pronto emprendimos la parte más dura de la marcha. Una subida pronunciada con algo de nieve en el suelo, un viento fuerte que nos empujaba hacia abajo y jirones de la niebla que empezaba a bajar. Pero enseguida alcanzamos el objetivo del recorrido: la Fuente de la Campanilla, así llamada por la pequeña campana que hay en una pequeña hornacina y que todos hicimos sonar.
Paramos un ratito para reponer fuerzas con las vituallas que llevábamos, beber un poco de agua helada y hacernos la foto de grupo (si pincháis sobre ella podréis ver algunas otras fotos de la excursión).
No pudimos quedarnos mucho rato porque hacía bastante frío y soplaba un fuerte viento que incluso nos empapó con el agua de la fuente a los que nos pusimos a sotavento (en la foto podéis ver que no hay nadie a la derecha de la fuente, todos a la izquierda. ¡¡Aprendemos rápido!!).
La bajada la hicimos por la pista forestal a buen ritmo y a eso de la una de la tarde estábamos de vuelta en el aparcamiento. Algunos con los pies empapados, con frío, pero todos contentos y satisfechos de haber subido hasta la fuente, haber hecho sonar la campanilla, cruzado el río, pisado la nieve, respirado un estupendo aire helado y pasado una mañana de sábado en compañía de gente estupenda.
Os esperamos a tod@s en la próxima excursión, el mes que viene (ya con mejor tiempo, seguro). Estad atentos a los carteles.
